miércoles, 14 de julio de 2010

¡Pobre de mi!... o no

Y es que ya se ha acabado San Fermín.
Se acabaron la ropa blanca y los complementos rojos. Se acabó el desayunar la comida. Se acabó la vida vampírica, los bares, los guiris, las peñas, los encierros. Se acabaron las aglomeraciones de gente, las jotas, las pruebas de sonido debajo de casa, las verbenas, los programas de localia, las vuvucelas por la calle. Se acabaron los fuegos y cenar bocatas, el quedar tódos los días "cuando salgas del curro", el "falta bebida" los "hacemos cuentas mañana", los "me debes un cubata". Se acabó la basura por la calle y la gente gritando de noche, también los que duermen en las esquinas y parkings, los vendedores callejeros, el que todos los bares sean de bailoteo y que toda tienda venda bocadillos y bebida. Se acabó el salir de fiesta todos los días.

Pero no está tan mal. Que incluso para una pamplonica, nueve días son nueve días dándolo todo. Así que no viene mal lo que queda por venir, lo que toca.

Ahora toca sol, toca playa y piscina. Toca perrear todo lo que se pueda. Toca estar tódo el día vuelta y vuelta, que hay que igualar moreno. Tocan paseos, familia, terrazas, cañas... Toca Benicassim.

Y ya vale, que parezco un anuncio de una comunidad autónoma. En resumen, me voy a relajar agusto después de nueve días de fiesta lo más intensa posible que vinieron justo después de un viaje perfecto, que vino justo después de acabar los exámenes tras tres meses de estudio casi ininterrumpido. Lo que lleva como consecuencia...que paso limpia a cuarto. Aún casi no me lo creo, así que este año aprovecharé al máximo esta quincena y disfrutaré de no tener que pensar que a la vuelta tengo que ponerme a estudiar. ¡Yujus!

Ale, pasad buen verano, ya veré cuando vuelvo :)