miércoles, 30 de diciembre de 2009

La Artista

Hoy os voy a contar la historia de mi amiga la Artista. Nuestra unión viene de mucho tiempo atrás, antes incluso de haber nacido.

Mi madre empezó a ir al colegio como en cuarto de primaria, y desde entonces se hizo amiga de una chica. Con ella pasó primaria, secundaria, bup, cou, y cinco años de universidad. Algo después de acabar la universidad, en 1988 ambas se casaban con sus respectivos. El 15 de septiembre de 1989 nacía yo, y tres semanas más tardes nació la Artista. Desde entonces somos amigas.

Como con todo el mundo ha habido años de mayor o menor relación, pero siempre estaba ahí. Hemos pasado juntas de todo y por varios grupos de los que sólo hemos rescatado otra amiga. En ellos nos reímos, y sufrimos mucho juntas, pero después de un tiempo, miras atrás y ves todo lo que nos hicieron crecer, a la vez.

Allá por la ESO, ella fue por letras y yo me quedé con ciencias. Somos iguales pero distintas.
Ella siempre ha sido muy buena chica, muy buenas notas, hacía ballet y tocaba el violín. En bachiller empezó a notar todo ese peso en la espalda, y yo hice lo que pude para ayudarle a tomar la gran decisión de dejar una de las dos cosas, al menos como la tenía hasta el momento, el baile. Duele ver sufrir a alguien que quieres por no poder hacer todo lo que le gusta, pero era lo que necesitaba.
Cuando empezamos la universidad las relaciones con otras personas se resentían porque cambian horarios, amistades, preferencias, etc, pero con ella no, al contrario.

Al segundo año de universidad, le ocurrió lo mismo que años atrás. Y empezó a dejar asignaturas de la carrera, hasta dejarla del todo para dedicarse a lo que realmente quiere, le gusta, con lo que disfruta, por muy duro que sea, el violín.

Desde entonces estudia unas seis horas diarias de violín y baila en una compañía de danza contemporánea cuando puede.

La admiro mucho, es una valiente, es fuerte, y tira para delante para defender lo que ella quiere, vivir de su pasión.

Este verano y principio de curso hemos vivido varias decepciones, iba a empezar a estudiar grado superior en el conservatorio, pero no la aceptaron ni en Madrid ni en Zaragoza, así que se quedó aquí, donde hay muy poco nivel. Aunque empezó a dar clases en Londres con una profesora rusa de uno de sus cursos de verano. Así se convenció de presentarse a los dos conservatorios de Londres.

El día antes de irme, le dijeron que no le cogían en el Royal college of art, y se llevó una decepción enorme. Pero el otro día recibió el mejor regalo que podía tener estas navidades. Le han aceptaco en el Trinity college of music.

Así que se me va. A partir de septiembre, mi niña, mi artista, aquella niña que en primaria estaba asustada de todo, ahora, ya adulta, se me va a disfrutar de la música, de un país extrangero, a aprender como no la he hecho en su vida y a disfrutar de su profesión futura.

Y yo me quedo aquí, seguiré como siempre, pero con la cabeza muy alta y llena de orgullo. Porque puedo presumir de que tego una amiga artista (y casa en London).
Y cada vez que lo pienso no me puedo alegrar más por ella, aunque será extraño no tenerla aquí siempre cerca, soy muy feliz de que tenga la oportinidad que merece.