jueves, 4 de marzo de 2010

Semi Diógenes


Hoy, cuatro de marzo de 2010, con motivo del séptimo cumpleaños de mi puntito (bueno, fue ayer) y del inminente viaje magdalenero, he procedido a la retirada de mierda macroscópica (que no limpieza) de mi coche.

(Es un evento así de importante porque creo que no lo hacía desde que lo poseo, es decir desde hace dos años y medio aprox.)

El resultado obtenido ha sido:

- Dos bolsas y media de mierda varia.
- Alrededor de 10 o 12 botellines, la mayoría de agua, y no todos vacíos.
- Innumerables papelitos de la zona azul distribuidos a lo largo y ancho del vehículo.
- Un a cuerda (de un rescate a una moto tirada)
- Un libro
- Un taco de apuntes de una asignatura que aprobé en agosto
- La bolsa para "transportar" a Wilfred
- Un paraguas
- Unas gafas de sol de dueño desconocido por el momento
- La funda de mis gafas de sol, que daba desaparecida

De todo esto, he decidido que permanezca en el interior del vehículo: Las gafas de sol y la funda de las otras, el paraguas y la bolsa de Wilfred.
También destacar la recolocación de la bandeja del maletero, que llevaba en el suelo del mismo desde que Wilfred se instaló en dicha parte.

Tengo motivos para creer que algún tipo de roedor, suponiblemente un ratón común, ha estado habitando el coche. Las pruebas presentadas son las siguientes:

- Frutos secos abiertos por una esquina y vacíos que cayeron de alguna parte del sistema de ventilación.
- Papeles en trocitos muy pequeños y amontonados debajo de otros más grandes.



Para concluir este manifiesto, dejo mi promesa de intentar que no vuelva a producirse tal acumulación de desechos y, de que si se vuelve a llegar a este extremo, lo vaciaré antes y me haré mirar mi síndrome de Diógenes automovilístico.